Se trata del cuarto crimen perpetrado contra un trabajador de la prensa en lo que va de año en el país norteamericano, lo que supone un promedio de uno por semana
![Imagen de la web de la FIP. Ulises Ruiz / AFP](https://i0.wp.com/fape.es/wp-content/uploads/2022/02/México.jpg?resize=500%2C331&ssl=1)
Imagen de la web de la FIP. Ulises Ruiz / AFP
La FAPE se suma a la Federación Internacional de Periodistas(FIP), a la que pertenece, y reclama una investigación inmediata para dar con las personas responsables del asesinato del periodista mexicano Roberto Toledo. Con este crimen, perpetrado el pasado domingo 31 de enero, el primer mes de 2022 lleva un promedio de un periodista asesinado por semana en el país norteamericano. Ambas federaciones exigen soluciones urgentes para la escalada de violencia que se registra en México, que en menos de 30 días se cobró la vida de cuatro trabajadores de prensa.
La FAPE y la FIP consideran indispensable que se aplique el protocolo homologado para investigar delitos contra la libertad de expresión y que se indaguen en profundidad las amenazas recibidas por Toledo y sus colegas del portal web Monitor Michoacán, a quienes se les debe garantizar protección efectiva.
Los altos niveles de violencia que sufren los trabajadores de prensa en México, muchos de ellos de medios locales y comunitarios, son un ataque a la libertad de expresión y al derecho de esas poblaciones a estar informadas, lo cual pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos y al sistema democrático. Esta situación no puede ser tomada a la ligera y debe haber una intervención urgente de las autoridades de todos los niveles de gobierno para evitar que siga creciendo.
Roberto Toledo, abogado y periodista de 55 años, murió cuando salía de su oficina en la localidad de Zitácuaro tras recibir al menos ocho disparos. Fue Armando Linares, su director en Monito Michoacán, quien informó sobre el asesinato. En el mensaje grabado que compartió en Facebook, Linares confirmó que en su medio han recibido diversas amenazas en los últimos meses: “hoy, finalmente las amenazas se cumplen y uno de nuestros compañeros perdió la vida a manos de tres personas que le dispararon de manera ruin, de manera cobarde”, añadió.
Toledo trabajaba como periodista y analista en Monitor Michoacán desde hacía tres años, en donde investigaba temas de corrupción local, en la ciudad de Zitácuaro. También trabajaba en un despacho de abogados, que fue el lugar donde le asesinaron.
Roberto Toledo es el cuarto periodista asesinado en México desde que comenzó el año, promediando una muerte por semana. Esta situación no pasó desapercibida en la sociedad mexicana, que la semana pasada se movilizó masivamente en todo el país en protesta por los crímenes de José Luis Gamboa en Veracruz, y Margarito Martínez Esquivel y Lourdes Maldonado, ambos en Tijuana. Hasta ahora no ha habido detenciones en ningún caso, lo cual resulta alarmante pero no sorprendente, dado que la tasa de impunidad en los delitos contra periodistas es del 95%. Estas cifras convierten a México en uno de los países más letales para el ejercicio del periodismo.