De izquierda a derecha: El presidente de la APCG, Estanislao Ramírez; el vicepresidente de la Aso-
ciación de Periodistas de Marruecos, Abdelmalek Hatri; la vocal de la APCG, Marina Medina; y el
presidente de los periodistas de Marruecos, Mustapha Labbassi.
Durante la lectura de conclusiones del trigésimo primer Congreso de Periodistas del Estrecho, celebrado en la ciudad de Jerez de la Frontera del 30 de mayo al 2 de junio, los profesionales de la comunicación que participaron en él, procedentes de las dos orillas, han considerado que la falta de previsión ante la llegada de la crisis económica y la consiguiente lluvia de despidos y el aumento de la precariedad laboral ha generado frustración social, perdida de confianza en la profesión y apatía hacia la política, por lo que políticos y periodistas acusan desgaste y falta de credibilidad por su sometimiento a las leyes del mercado, lo que cuestiona la independencia de los primeros y la capacidad de los segundos. Ambos, periodistas y políticos, tienen que reinventarse para subsistir y en este camino pueden darse la mano.
En segundo lugar, concluyeron que la precariedad laboral y la dependencia política, económica y empresarial, están coartando la independencia y libertad del periodista y su contribución al sistema democrático. Aseguraron que el periodismo ha perdido su rumbo, y permanece ajeno a la realidad que le rodea, que se impone un cambio radical en las fórmulas de la información. De igual forma, pusieron de manifiesto la lenta respuesta de los profesionales a las exigencias de las nuevas tecnologías al servicio de la comunicación que amenaza la continuidad de la profesión y, por ende, la garantía del marco democrático. Todo ello, unido a la crisis económica que pone en entredicho la dignidad de los periodistas.
Por otro lado, en la lectura final de conclusiones se puso de manifiesto que se hace necesario un marco legal sensible para regular el acceso de los periodistas a la información oficial ya que, si bien los gobiernos deben velar por los denominados secretos del Estado, en numerosas ocasiones, la práctica oficial es abusiva y coarta el derecho de los periodistas a informar sobre la gestión pública. Además, se destacó que, para poner orden en el caos, es necesario plantear proyectos en base a lo que interesa a la sociedad y al sistema democrático, en lugar de lo que nos conviene a título particular, esgrimiendo también, el lema “Gratis no trabajamos”, puesto que los periodistas aportan valor, emprenden y van de la mano de la ética.
Los compañeros marroquíes, en sus conclusiones, mostraron su apoyo incondicional a sus colegas españoles ante la difícil situación que está experimentando el sector con despidos continuos, cierres de cabeceras y pésimas condiciones laborales en muchos medios de comunicación y se pidió que, debido a la importancia de los asuntos tratados en este XXXI Congreso de Periodistas del Estrecho, se continúen analizando estos asuntos en próximas ediciones.
