Pedraz ha tomado la decisión después de que el Tribunal Supremo ordenara por segunda vez reabrir el caso. En su auto, Pedraz constata que la mayor parte de la prensa internacional se encontraba alojada en el hotel Palestina “por indicación del Pentágono” y que, en el momento de disparar sobre el edificio, los militares sabían que en él se encontraba personal civil y, en concreto, gran parte de los trabajadores de los medios de comunicación.
El magistrado de la Audiencia reitera, además, que fue el Teniente Coronel Philip de Camp la persona que dio la orden de disparar sobre el hotel y el capitán Philip Wolford quien transmitió al Sargento Thomas Gibson la indicación. Estos tres son los militares que deberán comparecer ante Pedraz.
Pedraz considera que los hechos podrían ser constitutivos de un delito contra la comunidad internacional recogido por el Código Penal español. El magistrado recuerda en su auto que EE UU no ha colaborado en ningún momento en el largo proceso.
Por otro lado, el magistrado ha dictado una providencia en la que pide a la Comisaría General de Información que “localice a los periodistas de las televisiones Al Jazeeera y Abu Dhabi” cuyas sedes fueron bombardeadas por el ejército de Estados Unidos el mismo día que murió Couso. En las oficinas de la televisión qatarí falleció otro periodista, el jordano Tarek Ayub.
Además, el juez ha solicitado al Consejo General del Poder Judicial permiso para desplazarse a Irak, entre los próximos meses de octubre y noviembre, a fin de investigar los hechos sobre el terreno.