La FAPE se suma a la Federación Internacional de Periodistas, a la que pertenece, en el repudio a este hecho y demanda a las autoridades celeridad en el esclarecimiento del caso
La FAPE se suma a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece, y muestra su repulsa ante el asesinato del periodistas Roberto Figueroa en México. Ambas federaciones demandan a las autoridades del país una investigación urgente que sea realizada bajo el protocolo para crímenes cometidos contra la libertad de expresión. Es necesario que no se descarte ninguna línea de investigación hasta que se esclarezca el asesinato del reportero y sus motivaciones. En el país más peligroso para el ejercicio del periodismo, es indispensable que se corte la cadena de la impunidad para evitar que la violencia continúe.
Roberto Figueroa, director del medio online Acá en el Show, fue hallado sin vida en el interior de un auto en el poblado de Coajomulco en Huitzilac, Morelos, el pasado 26 de abril. Según medios locales, el periodista fue secuestrado por hombres armados esa misma mañana en su domicilio, cuando regresaba de dejar a sus hijas en la escuela. Más tarde, familiares del comunicador recibieron varias llamadas telefónicas, algunas de ellas del mismo Figueroa, quien les pedía que juntaran dinero para entregarlo a sus captores a modo de rescate. Pese a que los familiares siguieron los pasos acordados con los secuestradores, alrededor de las 18:20 del sábado, la Guardia Nacional, Ejército mexicano y la Policía estatal localizaron el cuerpo sin vida del periodista en el interior de un auto. El de Figueroa es el primer asesinato de un periodista perpetrado en México en lo que va de año.
Periodistas y comunicadores del Estado de Morelos reclamaron justicia por su colega en las inmediaciones del palacio de Gobierno local, donde dieron lectura a un comunicado que expresaba: “Este viernes la apuesta de los criminales se ha elevado al atentar y conseguir quitarle la vida a un periodista. El secuestro y posterior asesinato de Roberto Carlos Figueroa representa un duro golpe a la libertad de expresión. A las constantes agresiones que se expresan en amenazas, intimidaciones, ahorcamiento financiero de los medios y criminalización de la función periodística, ahora se suma el asesinato”.