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Lydia Cacho: “El periodismo es la linterna que ilumina el mundo”

La periodista y escritora mexicana Lydia Cacho ha reivindicado el periodismo como “linterna que ilumina el mundo” porque, sin su ejercicio, “no hay forma de nutrir ni de fortalecer las democracias”. A cargo del taller La violencia dentro y fuera de la redacción, celebrado en el programa del curso Emociones y avisos: la tarea de conmover en los medios de la Escuela de Periodismo Juantxu Rodríguez, que se desarrolla esta semana en Santander, la activista de los derechos humanos, reconocida por su trabajo de defensa de niñas y mujeres ha realizado un vehemente alegato en favor de las emociones en periodismo.


La periodista, que está en posesión del I Premio Internacional de Periodismo Manu Leguineche, ha alentado una modificación de la forma en que se ejerce el periodismo en todo el mundo, para enfocarlo a una perspectiva de derechos humanos. “Subestimamos la importancia de nuestra profesión”, ha recriminado.

En la imagen, la periodista mexicana, Lydia Cacho, durante una de las intervenciones.

Lydia Cacho ha animado a los talleristas a que se reconozcan como personas en el ejercicio periodístico. “Está mal visto que el periodista sea ciudadano”, ha recriminado sosteniendo su acusación en una de las frases más reconocidas de Ryszard Kapu?ci?ski: “Decía que los cínicos no sirven para este oficio y los cínicos decían de él que era mal periodista”.


En posesión del carné nº 26.397 de la FAPE que acredita la condición de periodista que los poderosos han querido arrebatarle haciendo uso de métodos legales e ilegales, Cacho ha advertido del síndrome del quemado en el gremio periodístico. “Los periodistas somos adrelinodependientes”, ha diagnosticado. “Exposición gradual al desgaste laboral, pérdida del idealismo y falta de logros palpables” son tres de los primeros síntomas de un mal ejercicio periodístico.

Amenaza de muerte a causa de sus investigaciones que vinculan a políticos mexicanos con redes de pederastia, la periodista mexicana ha sostenido que reconocer nuestras emociones y reconocernos como personas en el periodismo nos hace mejores personas. “La filosofía de los medios no pueden ser filosofía, pero nuestra filosofía sí puede cambiar los medios”, ha animado para concluir con una reinvidicación: “Necesitamos más periodistas especializadas y especializados en derechos humanos”.

Por su parte, Santiago Segurola, adjunto a la dirección del diario Marca, ha empleado su intervención para hacer autocrítica al atribuir “gran parte de la crisis de los medios a que no somos dignos de la confianza de las audiencias”. Para Segurola, que atesora una larga y reconocida trayectoria como especialista en Deportes y Cultura, “las audiencias consideran que los periodistas hemos pasado de ser personas a ser personajes”.

El curso Emociones y avisos: la tarea de conmover en los medios celebra mañana su última jornada con la intervención del excámara de TVE José Luis Márquez La mirada del reportero. La conferencia de clausura, titulada Un periodismo ético comprometido con los derechos humanos: derrumbando el mito de la objetividad total, estará a cargo de Lydia Cacho.

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