El presidente de la Asociación de Periodistas de Castellón (APC), Basilio Trilles, y la representante en la Comunidad Valenciana de ‘Acción Contra el Hambre’, Amel El Yamani, han ofrecido una rueda de prensa en la librería Babel de Castellón, en la que han alertado de que en la actualidad 925 millones de personas sufren la pandemia del hambre en distintos puntos del planeta. En estos momentos hay 71 millones de personas más con hambre que en 2008.
Tanto la APC como la ONG ‘Acción Contra el Hambre’ han intentado ‘sensibilizar a los periodistas de Castellón sobre la dimensión de este problema, para que informen convenientemente de él en los medios en los que trabajan, a fin de que toda la sociedad sea conocedora de la verdadera dimensión del problema’.
Según El Yamani, las cifras de personas con hambre demuestran ‘la ineficacia de las medidas adoptadas por la Organización de Naciones Unidas para cumplir uno de los hitos fundamentales de los Objetivos del Milenio: la reducción a la mitad, entre 1990 y 2015, de la proporción de personas afectadas en el mundo por el hambre’.
En estos momentos, ‘60 millones de niños y niñas menores de cinco años padecen las consecuencias físicas de la desnutrición aguda global, de los que 20 millones sufren desnutrición aguda severa, el estadio más grave de la desnutrición’. Se da la paradoja de que ‘la mayor parte de estos niños y niñas son hijos de pequeños productores agrícolas’.
La consecuencia más dramática de este estado de cosas es que ‘anualmente fallecen 3,5 millones de niños y niñas menores de cinco años por causas que están directamente relacionadas con el hambre’.
El Yamani ha explicado que ‘el 85% de los casos de desnutrición es consecuencia directa de la falta de acceso al agua potable’.
Por si todo ello fuera poco, ‘la pandemia del sida está dificultando la lucha contra el hambre por la importante pérdida de mano de obra agrícola que genera, ya que la enfermedad afecta fundamentalmente a los miembros de la sociedad económicamente más productivos’, circunstancia que a su vez redunda en ‘un incremento de los gastos sanitarios y una disminución de los ingresos familiares’.
‘Acción Contra el Hambre’ frena el aumento del número de víctimas de la desnutrición aguda severa mediante un tratamiento domiciliario que permite llegar al triple de enfermos que hace algunos años y cuyo coste no supera los 40 euros por niño. Este tratamiento se basa en un alimento terapéutico denominado RUTF (Ready tono Uso Therapeutic Food), que puede curar a un niño desnutrido en poco más de un mes. Su eficacia se basa sobre todo en el uso seguro de estos productos en los hogares, porque no necesitan cocción y se conservan en condiciones óptimas para el consumo durante largos periodos de tiempo, incluso en situación de temperaturas extremas.
Los interesados en colaborar económicamente o como voluntarios con ‘Acción Contra el Hambre’ pueden informarse de los pasos a seguir en la web www.accioncontraelhambre.org