La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) suscribe y apoya el comunicado con el que la Asociación de la Prensa de La Coruña (APC) quiere poner de relieve el tratamiento que los distintos medios de comunicación, con contadas excepciones, han dado estos días al trágico accidente ferroviario ocurrido en la tarde-noche del pasado 24 de julio en las proximidades de Santiago de Compostela. La mayoría de ellos han actuado con rigor y profesionalidad, al tiempo que han sabido conjugar perfectamente una cuestión que, siendo de capital importancia, está inmersa en un campo en el que no siempre son deslindables nítidamente sus distintos componentes y en el que hay que conjugar al unísono los derechos de las víctimas y las exigencias constitucionales de las libertades de información y de expresión.
Otros, los menos, han sesgado su actuación y se han dejado arrastrar por una peligrosa deriva hacia un morbo inexplicable que nada aporta a la calidad informativa y a la función social de la prensa.
En cualquier caso y aún con el riesgo de reiterar cuestiones ya conocidas por todos, entendemos que nunca resultará superfluo insistir en la defensa de los derechos de las víctimas.
Por ello, la FAPE y la APC sostienen, una vez más, que el periodista debe autorregular su comportamiento y manejarse siempre con un plus de responsabilidad que le impida vulnerar la ética, y reclaman de los editores su compromiso para que hagan valer y observar los códigos de conducta profesional.
LA ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS DE SANTIAGO DESTACA A LABOR DE LOS PROFESIONALES DE LA INFORMACIÓN
La Asociación de Periodistas de Santiago de Compostela (APSC) expresa sus más sentidas condolencias para los familiares de las víctimas y heridos en el terrible accidente ferroviario ocurrido el día 24 de julio, considerado cómo el más trágico de las vías de alta velocidad en la Unión Europea.
A su vez, la APSC quiere destacar la abnegada labor informativa de todos los compañeros periodistas y técnicos que desde el primer momento del siniestro proporcionaron un ejemplo de profesionalidad, trabajo y servicio público. Una vez más la labor de los medios de comunicación, tanto audiovisuales, como digitales o escritos, demuestra que tienen una misión fundamental como bien esencial de la sociedad democrática que exige información veraz, fiable e inmediata.