En un comunicado, lamentan y denuncian el recorte que ha sufrido la asociación en los presupuestos de la Generalitat Valenciana
La Unió de Periodistes Valencians lamenta y denuncia el recorte que ha sufrido la asociación en los presupuestos de la Generalitat Valenciana. Este año, la Unió de Periodistes recibirá 8.000 euros de subvención, una cifra que representa un recorte del 46,7% respecto del año anterior. Esta rebaja se produce, además, sin previo aviso, sin que se dé ninguna circunstancia que lo justifique y con una única explicación a posteriori desde el área de Relaciones Informativas de Presidencia de la Generalitat Valenciana: “hay recortes, os ha tocado”. Los años anteriores la Unió de Periodistes recibía 15.000 euros de subvención, como recibe, por ejemplo, la Asociación de la Prensa de Alicante o incluso otros asociaciones vinculadas a la patronal, con muchos menos miembros y nula actividad pública, que reciben cantidades más altas. Las enmiendas en los presupuestos no han solucionado esta anomalía, que parece malintencionada, y que busca enviar un mensaje perverso: si eras crítico con los gestores, te recortan o te cancelan cualquier clase de subvención.
Por tanto, la Unió de Periodistes Valencians -asociación profesional mayoritaria de ámbito autonómico y la tercera asociación de periodistas más grande de España-, ve reducida, sin motivo y de manera arbitraria, la ayuda pública. Un dinero que se destina, en parte, a actualizar, imprimir y difundir la Agenda de la Comunicación de la Comunidad Valenciana, una herramienta fundamental para los profesionales de la información que antes hacía la Generalitat y que desde hace años hemos asumido desde la Unió de Periodistes.
Desde la Unió hemos mantenido posiciones críticas con la política comunicativa del Consell, de hecho, hemos censurado las ruedas de prensa sin preguntas – como pasó en la visita de Feijóo-. Hemos sido muy críticos con las restricciones de preguntas en las ruedas de prensa del Consell que se intentaron implantar, o con la nueva ley del Audiovisual valenciano (que ha dejado a À Punt sin ningún mecanismo de control externo e interno con la desaparición del Consejo de informativos, órgano que velaba por la independencia y contra la manipulación), una postura que defendimos en sede parlamentaria. Igualmente, exigimos ruedas de prensa telemáticas durante la DANA y hemos reclamado espacios de trabajo seguros durante las manifestaciones que se suceden en nuestro territorio.
Todo hace pensar que ser críticos con el Consell se castiga con la retirada de subvenciones, que entre otras cosas, sirven para premiar la tarea de los periodistas valencianos contra la desinformación de la DANA. Un reconocimiento que entregamos el pasado 8 de mayo en la gala de los 44 Premios Llibertat d’Expressió donde también fue galardonado Julian Assange. Las subvenciones se tienen que otorgar con criterios objetivos, y no por amistad u otros intereses. Y desde la Unió de Periodistes Valencians consideramos que el recorte, además de injustificado, se corresponde más con un castigo que con un criterio objetivo.
Nuestra viabilidad no depende de las subvenciones, que sí que resultan beneficiosas para poder publicar más libros de investigación periodística, dar más becas a compañeros y compañeras en el paro, hacer más formaciones para dotar de nuevas competencias a los profesionales de la información y publicar manuales para los y las compañeras. Pero la política comunicativa del Consell sigue una dinámica tendenciosa que no podemos ignorar. Mientras que asociaciones con sede en Madrid y sin actividad en la Comunidad Valenciana reciben 10.000 €, resulta indigno, por comparación, que la asociación mayoritaria de periodistas de la Comunidad Valenciana, con más de 700 socios, reciba solo 8.000 €. Hay que revisar el sistema de subvenciones para no caer en la arbitrariedad en que se han dado este año.