La secretaria general de la Federación de Internacional de Periodistas (FIP), Beth Costa, ha exhortado hoy a los profesionales de la información a reaccionar de manera colectiva frente a los peligros que amenazan el periodismo puesto que no hay salida individual. La brasileña, primera mujer en liderar la mayor organización profesional de periodistas del mundo en sustitución de Aidan White a quien relevó en marzo de 2011, ha explicado el papel indispensable de la FIP en la defensa de los derechos profesionales y laborales de los periodistas.
La FIP, de la que es miembro la FAPE, representa a más de 600.000 periodistas en más de 130 países. Beth Costa, quien ha titulado su intervención La libertad de prensa, la primera víctima, ha animado a los profesionales de la información a hacer gremio para combatir los peligros que acechan a la información, un bien que ha dicho “pertenece a la ciudadanía, siendo el periodismo un ejercicio profesional de “servicio público”, durante la conferencia con la que este mediodía ha sido clausurado el curso 20-O: ETA deja las armas: cómo lo vivimos, cómo lo contamos, impartido por la Escuela de Periodismo Juantxu Rodríguez, que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en colaboración con la FAPE en su segunda edición.
Beth Costa ha descrito las áreas de actuación de la organización, que realiza un trabajo fundamental de presión a los poderes en pro del respeto a la libertad de prensa y los periodistas en el mundo. “No puede haber libertad de prensa cuando los periodistas corren riesgos, son acosados o padecen precariedad laboral, tampoco cuando existe exceso de concentración mediática en manos de unos pocos empresarios; esta es nuestra primera consigna”, ha explicado la secretaria general de la FIP.
Con atención minuciosa a la aparición de nuevos peligros para la profesión, la FIP opera mediante un sistema de redes locales que proporciona información a la secretaria general, con sede en Bruselas, encargada de decidir las acciones pertinentes para garantizar unos mínimos de seguridad y libertad en periodismo.
Beth Costa ha cargado vehemente contra la impunidad en la muerte de periodistas -la FIP constata un aumento del número de periodistas asesinados en todo el mundo respecto a 2011, cuando 106 profesionales de la información perdieron la vida por informar, con 20 muertes en Siria- y ha explicado las acciones de la FIP en cuanto a la denuncia, investigación y prevención de estos casos. La FIP cuenta con un fondo de seguridad propio –“Dinero donado por los periodistas para los periodistas”, según Beth Costa- para cubrir las necesidades de periodistas en situación de riesgo y de sus familias, cubrir las costas de abogados y procesos e investigar los casos, el fondo también ayuda a viudas y viudos de periodistas asesinados tras la desaparición del cónyuge.
En cuanto al tema que da título al curso que la Escuela de Periodismo Juantxu Rodríguez ha celebrado en su segunda edición, Beth Costa se ha referido a la conferencia El periodismo a la sombra de las leyes antiterroristas, celebrada por la FIP el septiembre pasado y donde la organización internacional asumió las recomendaciones de la FAPE sobre la cobertura de actos terroristas contenidas en el Informe sobre el tratamiento informativo en los medios de comunicación respecto de las víctimas del terrorismo, elaborado por la Comisión de Quejas y Deontología de la FAPE en 2005.
Por su parte, la veterana periodista Rosa María Calaf ha lamentado una vez más el “manejo interesado de la información”, que en muchas ocasiones termina por obedecer a intereses espurios en lugar de cumplir con su obligación de dar servicio a la ciudadanía. La excorresponsal de Televisión Española también ha vuelto a criticar la reducción del tiempo que las cadenas televisivas destinan a la información y que ha resumido en el título del blog que publicó durante su última etapa en TVE: “Contando el mundo en un minuto diez”.
Rosa María Calaf, quien ha impartido una muy documentada conferencia titulada El terrorismo en Asia después del 11S, ha criticado asimismo a los medios de comunicación “por despreciar la globalización de la información y desaprovechar las herramientas de esta época para diseminar el conocimiento y, sin embargo, seguir pensando como el teleclub de pueblo y solo guiarse por intereses y juegos económicos”.