El estudio señala la impunidad casi total de estos crímenes en todo el mundo. El 90% de estos asesinatos quedan sin resolver ya que, a menudo, las autoridades fracasan a la hora de investigarlos de forma creíble
Reuters – Omar Sobhani
La Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece la FAPE, publica su vigesimonoveno estudio titulado “En la sombra de la violencia: Periodistas y trabajadores de medios asesinados en 2018”, que detalla los 95 casos de periodistas y profesionales de los medios que perdieron su vida en ataques dirigidos, ataques bomba o en situaciones de fuego cruzado. La cifra representa un incremento de trece víctimas con respecto al año 2017.
Según el informe, Yemen, India, México, Afganistán y Siria registraron las cifras de asesinatos más altas mientras que el Sudeste asiático se convirtió en la zona más peligrosa para ejercer la profesión.
La FIP argumenta que este incremento de crímenes contra periodistas se produce dentro de un contexto de creciente polarización de las opiniones en todo el mundo, por el ascenso de peligrosas fuerzas nacionalistas y populistas en numerosos países y por la estigmatización de los periodistas y los medios de comunicación por parte de autoridades y enemigos de la libertad de prensa.
El informe también señala la impunidad casi total de estos crímenes en todo el mundo. El 90% de los asesinatos de periodistas quedan sin resolver ya que, a menudo, las autoridades fracasan a la hora de investigarlos de forma creíble.
El presidente de la FIP, Philippe Leruth, ha dicho: “Estas cifras tan trágicas nos recuerdan nuestro deber de actuar y hacer responsables a los estados de la falta de investigación de los crímenes contra periodistas. Necesitamos un instrumento internacional que obligue a todos los estados a tomar medidas para frenar el asesinato de periodistas y llevar a los asesinos ante la justicia. Nuestro proyecto de Convención Internacional sobre la Seguridad e Independencia de los Periodistas y Profesionales de los Medios lo lograría”
La Convención propuesta por la FIP aborda las principales deficiencias del sistema legal internacional y ofrece un instrumento específico para resolver los crímenes contra periodistas y asegurar una aplicación más eficiente del derecho internacional. En última instancia, servirá para asegurar un entorno de trabajo seguro para todos los profesionales de los medios y una mayor protección a la libertad de prensa.
La FIP y sus afiliados se han reunido con gobiernos y han presionado a delegaciones y misiones en las Naciones Unidas para conseguir apoyo a este proyecto. La Federación también ha construido una amplia coalición de organizaciones de medios y profesionales que han mostrado su apoyo a la iniciativa y han cooperado para sacarla adelante.
El Secretario General de la FIP, Anthony Bellanger, ha dicho: “Cada vez que un periodista es asesinado, no solo sufre el individuo, la familia o el medio de comunicación. La sociedad se ve cada vez más privada del derecho a la libre circulación de información y las opiniones de los periodistas, que temen por sus vidas, están siendo silenciadas por las pistolas de los criminales”.
