La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha informado de que en el año 2017 se ha producido  la cifra más baja de asesinatos de periodista desde el 2007.

La FIP celebra este el descenso, que ha pasado de 93 asesinatos  a 81 en 2017, pero al mismo tiempo pide cautela ya que existen periodistas encarcelados y exiliados; la autocensura está muy extendida y la impunidad de estos asesinatos, ataques y amenazas contra el periodismo independiente está alcanzando niveles epidémicos.
La  lista de periodistas asesinados de la Federación Internacional de Periodistas, que se acaba de hacer pública , detalla la desaparición de 81 reporteros y trabajadores de medios ya sea en ataques premeditados, atentados con coches bomba o bien debido a un fuego cruzado. La cifra supone un descenso de 12 muertes en comparación con la registrada el año pasado (93), lo que convierte el año 2017 en el menos mortífero de la última década para la profesión.
La FIP celebra este descenso de víctimas mortales entre reporteros y trabajadores de prensa,  que se debe, en parte a que ha habido menos puntos conflictivos en lugares altamente inestables y también a la pérdida de territorios de algunos grupos armados que ha reducido la proximidad de los profesionales a la línea de fuego en las zonas en combate.
En Yemen, hasta la escisión entre el anterior presidente Saleh y los rebeldes hutíes, los combates entre las facciones beligerantes se encontraban en punto muerto durante la mayor parte del año y los periodistas han estado menos expuestos a los ataques y han corrido menos riesgos, especialmente los causados por el fuego cruzado. Además, el autoproclamado Estado Islámico (EI) se ha dedicado a la defensa de Siria e Iraq, reduciendo progresivamente el grado de proximidad y contacto con los profesionales de los medios en áreas previamente controladas por el EI.
El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, en relación con este descenso ha dicho lo siguiente: “Celebramos el hecho de que el 2017 haya sido el año menos mortífero para la profesión en la última década, pero no hay lugar para la autocomplacencia. En Siria, México e India los asesinatos de periodistas presentan niveles aterradores, ha habido más mujeres periodistas asesinadas, la impunidad de estos crímenes supera el 90%, la autocensura campa a sus anchas y nunca se han registrado tantos periodistas encarcelados como en los últimos años. Ante los crecientes ataques premeditados contra los trabajadores de medios de comunicación , la FIP se compromete a redoblar sus esfuerzos con los sindicatos afiliados en todo el mundo para ofrecer una mayor formación en seguridad, pólizas de seguro al alcance de todos los bolsillos para los periodistas locales que son los más afectados por estos ataques y, sobre todo, a hacer campaña activamente para que todos aquellos que ataquen a un periodista, ya sean entidades estatales, organizaciones paramilitares o grandes corporaciones, sean llevados ante la justicia¨.
 El presidente de la FIP, Philippe Leruth ha declarado que: ¨Nos alegramos del descenso de asesinatos de compañeras y compañeros en 2017 por tercer año consecutivo. Si bien estas cifras reflejan una tendencia decreciente, los niveles de violencia generalizada en el periodismo continúan  siendo altos. Lo más preocupante es que este descenso no está ligado a ninguna medida gubernamental para abordar la impunidad de estos crímenes contra periodistas. Al contrario, vemos cómo los patrones no han cambiado en los países más violentos como India o México, país en el que estos asesinatos se han disparado¨.
Los medios continúan sumergidos en una extrema violencia por parte de insurgentes en Afganistán y de los implacables grupos del crimen organizado en México. Existe también una preocupación creciente  a los ataques de periodistas por el populismo violento en India. Esta intolerancia ha llevado al asesinato de la célebre periodista Gauri Lankesh, muy conocida por sus investigaciones independientes.
Ninguna región ha escapado de la lacra de la violencia en el periodismo durante el pasado año. Tampoco las democracias occidentales, donde aquellos que han recurrido a la violencia han demostrado que están dispuestos a todo con tal de proteger sus empresas criminales del escrutinio de los medios. Dos mujeres periodistas, Kim Wall de Dinamarca y la periodista de investigación Daphne Caruana Galizia de Malta, pagaron con sus vidas su empeño por buscar la verdad. Junto con Gauri Lankesh, sus asesinatos se cuentan entre los ocho homicidios de mujeres periodistas registrados en 2017.
Frente a esta desalentadora realidad, la FIP ha renovado su compromiso de confrontar las amenazas de violencia que planean sobre el periodismo, abordando la impunidad con la propuesta de una nueva convención internacional sobre seguridad e independencia de los periodistas y otros profesionales de los medios. La  Convención quiere ofrecer a los periodistas recursos internacionales más efectivos para desafiar la falta de acción de los gobiernos a la hora de abordar la impunidad, y  denunciar los  asesinatos de  trabajadores de los medios ante la justicia.
¨La crisis de seguridad en el periodismo no permite el statu quo y hay una necesidad desesperada de alcanzar un nuevo instrumento que haga posible la implementación de las numerosas resoluciones sobre la protección en los medios de comunicación”, ha añadido Bellanger. ¨Pedimos la adopción de esta  convención para apoyar los esfuerzos en curso, en aras de promocionar más intensamente la seguridad de los periodistas¨.
Según las cifras registradas por la FIP, la región de Asia-Pacífico ha sido la más mortífera con 26 asesinatos, seguida del mundo árabe y Oriente medio (24), Las Américas (17), África (8) y Europa, con cinco muertes.
Las estadísticas relativas al número de periodistas y personal de los medios asesinados en 2017 son las siguientes:
A fecha de 29 de diciembre de 2017, la FIP ha registrado los siguientes casos:
• Ataques premeditados, atentados con coche bomba y fallecimiento en fuego cruzado: 81
• Accidentes y muertes ligados a desastres naturales: 0
• Número total de víctimas: 81 (73 hombres y 8 mujeres)
Los países que registran un mayor número de trabajadores de medios asesinados en 2017 son:
México: 13
Afganistán: 11
Iraq: 11
Siria: 10
India: 6
Filipinas: 4
Paquistán: 4
Nigeria: 3
Somalia: 3
Honduras: 3