El comunicador había denunciado ante las autoridades una serie de amenazas vinculadas a su trabajo periodístico, en las que le instaban a dejar de escribir

Fotografía: Victoria Razo / AFP

La FAPE se une a la Federación Internacional de Periodistas (FIP) en la condena del asesinato del periodista Jacinto Romero, exige al Gobierno mexicano que persiga a los asesinos y muestra, una vez más, su rechazo a la impunidad de los crímenes contra periodistas en el país centroamericano.

Romero Flores se encontraba circulando por el área de Potrerillo, en el municipio de Ixtaczoquitlán, cuando fue interceptado y baleado. El periodista, de 61 años, trabajaba como locutor en Radio Oriestereo y realizaba coberturas en el área serrana. En marzo de 2020 había denunciado ante las autoridades una serie de amenazas vinculadas a su trabajo periodístico, en las que le instaban a dejar de escribir. Por este motivo, había solicitado a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas y a las autoridades estatales que le aplicaran los mecanismos pertinentes de protección.

La muerte de Jacinto Romero Flores sucede a menos de un mes del último asesinato de un trabajador de prensa en México, lo que eleva la cifra de fallecidos a siete en lo que va del año. Estos números son los que convierten a México en uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo, no sólo por la cantidad de crímenes contra la vida, sino por la alta tasa de impunidad que se registra en estos casos: según organismos de derechos humanos, el 95% de los asesinatos no se resuelven.

En un comunicado difundido por el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), la organización afiliada a la Federación Internacional de Periodistas condena el asesinato y pide a la Fiscalía General del Estado que “no abandone la investigación de los hechos hasta dar con los autores intelectuales y materiales del asesinato”.

La FAPE y la FIP asumen esta reivindicación y exigen a las autoridades que no descarten ninguna línea de investigación y garanticen la aplicación de justicia. También consideran imprescindible que se avance en el esclarecimiento de todos los crímenes contra trabajadores de prensa que aún se encuentran impunes en México, ya que de lo contrario, por acción u omisión, se seguirá allanando el camino a aquellos que buscan silenciar la labor periodística mediante la violencia.