La FAPE considera que la apuesta por la autorregulación olvida que los editores, a los que recuerda su compromiso con la Declaración de Madrid, no han dado pasos importantes para la eliminación de este tipo de publicidad. Esta organización es asimismo partidaria de que la publicidad institucional no llegue a empresas periodísticas que se financian con dinero que es fruto de la explotación sexual y el comercio de mujeres.
A juicio de esta Federación, la proposición representa un avance muy limitado, que traslada la supresión de tales anuncios a un informe del Consejo de Estado como paso previo a una regulación posterior por parte del Gobierno.
La FAPE recuerda que los editores se comprometieron en la Declaración de Madrid, firmada el pasado 4 de junio e impulsada por la Presidencia española de la Unión Europea, a “promover altos estándares éticos en la autorregulación de la publicidad, conciliando la libertad de expresión de los anunciantes y la libertad de publicidad de las empresas”, según recoge el punto 16 del documento, también suscrito por esta Federación.
La primera organización de periodistas de España insta a los editores a ser consecuentes con estos acuerdos, sobre todo después de que recientes operaciones policiales hayan confirmado que las organizaciones mafiosas de trata de mujeres utilizan los anuncios de contactos para captar clientes.
La FAPE considera que los anuncios de prostitución son inaceptables por sí mismos porque convierten a la mujer en una mercancía y causan lesiones objetivas a la dignidad de las personas.