Marisa Rodríguez Palop y Enrique Baltar reciben el I Premio de Periodismo de la entidad

La Asociación de Periodistas de Cáceres ha reivindicado el papel del periodismo frente a “las trincheras y las noticias falsas” en el acto de entrega de los galardones de los I Premios de Periodismo de la entidad, que reconocen la trayectoria de profesionales con al menos 25 años de carrera.

El I premio Fernando García Morales recayó en Enrique Baltar Ruiz, decano de los periodistas cacereños que desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en El Periódico Extremadura. Baltar, nacido en 1933 y socio número 1 de la Asociación de Periodistas de Cáceres, se incorporó a la redacción de El Periódico Extremadura en 1957. El jurado ha destacado que Enrique Baltar es un referente del periodismo del siglo XX en Extremadura, hasta el punto de que “marcó el camino” de la información local en la comunidad autónoma.

Enrique Baltar -a quien entregó el premio el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales– agradeció este reconocimiento y recordó especialmente la figura de su compañero y amigo Fernando García Morales.

Mientras, el Premio Especial APC fue para Marisa Rodríguez Palop, periodista nacida en Llerena que comenzó a trabajar como redactora en el Centro Territorial de TVE en Extremadura en 1989. En 1997 inició un nuevo ciclo profesional en TVE en Madrid, donde ha sido, entre otras cosas, corresponsal en Portugal, Italia y París y directora del programa Informe Semanal. Actualmente es la directora de Comunicación de Iryo.

El jurado de estos premios ha incidido en la calidad de una carrera profesional que se inició en Extremadura y que ha llevado a esta periodista extremeña a ser un referente informativo en toda España.

Marisa Rodríguez Palop -tras recoger el galardón de manos del presidente de Caja Rural de Extremadura, Urbano Caballo– definió el periodismo como “una profesión preciosa, valiente y necesaria”. En un repaso por su carrera profesional, recordó que en el terremoto de L’ Aquila aprendió “que la gente no se va del sitio al que siente que pertenece”, mientras que en los atentados terroristas que ha cubierto como periodista confirmó “que en el mundo hay más gente buena que mala”.

 La periodista de Llerena reconoció también que su compromiso con la profesión le ha hecho “llegar tarde a muchas citas vitales”, al tiempo que destacó que a día de hoy una de las grandes misiones que tienen los periodistas es la de “verificar la información” para hacer frente a la difusión de “bulos y patrañas”.

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DE LA APC

Por su parte, el presidente de la Asociación de Periodistas de Cáceres, Javier Álvarez Amaro, destacó en su intervención la importancia de una jornada que se llevó a cabo “para celebrar el periodismo, para poner en valor el periodismo y para premiar el periodismo”. El presidente de la entidad explicó que “los periodistas vivimos tiempos extraños, complejos y llenos de incertidumbre”, ya que “a los problemas históricos de la profesión se suman los causados por un escenario social y tecnológico que avanza a velocidad de vértigo”.

A su juicio, en estos “tiempos raros” las asociaciones de periodistas deben dar un paso al frente y “recordar a esa sociedad a la que nos debemos que sin periodistas y sin periodismo no hay democracia”. Asimismo, alertó de que “la difusión de noticias falsas con las redes sociales funcionando como autopistas sin normas ni control es uno de los grandes riesgos de este siglo”.

Por eso, Álvarez Amaro reivindicó la necesidad de tener “los mejores periodistas posibles para poder acceder a una información honesta y fiable a través de cualquier canal”. “Periodistas que sean capaces de renunciar a entrar en esas trincheras militantes y frentistas en las que tristemente parecen vivir muchos de nuestros políticos y buena parte de nuestra sociedad”, añadió.

Además, reflexionó sobre la situación de una sociedad en la que “nunca como ahora hemos tenido tantos medios a nuestro alcance para informarnos, y da la sensación de que nunca como ahora hemos estado tan mal informados”. En esta línea, el presidente de la Asociación de Periodistas de Cáceres lamentó que “es mucho más fácil difundir una mentira que explicar una verdad, sobre todo si es compleja”, y por eso “es más necesario que nunca disponer de referentes contrastados en el mundo de la comunicación”.

A pesar de todo, Javier Álvarez Amaro concluyó con un llamamiento al optimismo: “No nos sumemos a los agoreros que pronostican el final del periodismo como profesión y celebremos que si no es la profesión más bonita del mundo -como decía Gabriel García Márquez– está muy cerca de serlo; esta nueva crisis, que no deja de ser otra fase más de una crisis eterna del periodismo, no será la que acabe con nosotros”.

ASISTENTES AL EVENTO

Los premios de la Asociación de Periodistas de Cáceres cuentan con el patrocinio de Caja Rural de Extremadura y de la Diputación de Cáceres, así como con la colaboración del Ayuntamiento de Cáceres, de la Junta de Extremadura y de Valoriza.

El evento, celebrado en el Complejo Cultural San Francisco, fue presentado por la periodista Rocío Cantero y estuvo amenizado por el grupo “Sun Music”. Asistieron, entre otras autoridades, la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Mª Félix Tena; el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales; el subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Antonio García Muñoz; el director general de Comunicación de la Junta de Extremadura, Juan Manuel Merchán; el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cáceres, Emilio Borrega; y el presidente de Caja Rural de Extremadura, Urbano Caballo.

EL PREMIO

Los galardonados recibieron una estatuilla diseñada por el artista César David que plantea por un lado el ojo crítico que siempre debe estar presente en el ejercicio del periodismo, pero por otro representa también el interrogante que protagoniza toda actividad periodista. De esta forma, la imagen condensa las cinco preguntas que arman toda información periodística pero también esas otras preguntas, a veces incómodas, a las que el periodista somete la realidad para exponerla ante los ojos de la sociedad.