La APC insta al Consejo Superior de Deportes y a La Liga a adaptar el número de periodistas que pueden cubrir los partidos a la realidad de cada campo

La Asociación de la Prensa de A Coruña (APC) desea manifestar su malestar ante el criterio fijado por el Consejo Superior de Deportes y La Liga para elegir los medios que pueden entrar a cubrir los partidos en todos los estadios. En el protocolo anunciado, se establecía que solo podían acceder a los estadios un trabajador por medio con la siguiente distribución: 4 televisiones sin derechos, siendo TVE una de ellas; 8 fotorreporteros, siendo uno de ellos de la Agencia EFE; 5 cadenas de radio, siendo RNE una de ellas, y 6 periodistas del resto de medios. Finalmente, se amplió a 14 fotoperiodistas, 6 personas de prensa escrita y 8 personas de radio de 6 emisoras y dos técnicos compartidos.

La APC comparte los criterios de la FAPE, de la que forma parte, y reconoce que la seguridad sanitaria es imprescindible a consecuencia de la pandemia de la COVID-19, pero creemos que el reparto decidido es insuficiente para que la prensa pueda garantizar de la manera más completa posible el derecho de información de los ciudadanos y ejercer el papel de servicio esencial que ha sido reconocido por el Gobierno en esta crisis. La decisión unánime para toda España no contempla las características propias de cada zona territorial, puesto que no hay el mismo número de medios locales en una ciudad que en otra.

La decisión de La Liga y el CSD impide la entrada a Riazor a radios como Intercoruña, que está acreditada por la Liga desde la temporada 2017/2018 y que ha asistido a todos los partidos del Deportivo, tanto dentro como fuera de casa, para hacer las retransmisiones desde el campo, argumentando que no entran dentro del cupo establecido. También se queda fuera Radiovoz por el mismo criterio, al igual que sucede con Riazor.org

La APC considera que este cupo fijado impide que los aficionados, que no tienen permitido entrar al estadio, puedan tener una retransmisión del partido de su equipo en las mejores condiciones, puesto que las radios que sí pueden entrar, salvo el caso de Radio Galega, optarán por participar en las conexiones nacionales de los carruseles y la narración la harán desde el estudio a través de la televisión, lo que contraviene ya no el derecho de los periodistas a informar con criterio y libertad, sino la de los aficionados a recibirla en las mismas condiciones.

En un estadio como el de Riazor, con más de cien cabinas de prensa, resulta sencillo establecer un cupo en el que puedan entrar más medios y periodistas, sin tener contacto con los jugadores o con otras personas y poner en riesgo su salud. Periodistas y reporteros gráficos han venido respetando escrupulosamente las medidas de seguridad sanitaria decretada durante el estado de alarma y son los primeros interesados en preservar tanto su salud como la del resto de ciudadanos.

Creemos que, al igual que la Liga ha ido cediendo en otras cuestiones importantes, como aceptar la entrada de reporteros gráficos, de ampliar el número de radios en una más o permitir el acceso de técnicos para las emisoras, también es posible mejorar la cobertura informativa y permitir que cada estadio y cada ciudad puedan adaptarse a su realidad mediática.