Nemesio Rodríguez, presidente de la FAPE, ha participado en la mesa redonda dedicada a los nuevos roles de los periodistas y ha advertido del riesgo que supone la desinformación porque limita la democracia
Qué deberían hacer las facultades para mejorar la formación de los futuros periodistas y cómo los medios pueden competir frente a sus nuevos competidores. Estas dos preguntas clave han centrado la jornada “Innovación y entorno digital: retos y oportunidades para la comunicación”, celebrada este 29 de octubre por la Asociación de Periodistas de Aragón (APA) dentro de las actividades del Congreso de Periodismo Digital de Huesca. Representantes de la profesión, la empresa y la universidad han expuesto ideas sobre estos dos grandes temas, tratando aspectos tan variados como la conveniencia de limitar el número de estudiantes y grados, el modo de aprovechar las herramientas del big data, las vías de financiación o la relación con las redes sociales.
En su intervención, el presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez, ha destacado la necesidad de la figura del periodista para jerarquizar la avalancha de información que reciben los ciudadanos ya que “los periodistas contamos con la mejor preparación para distinguir lo falso de lo que es veraz, las verdades de las mentiras, las noticias reales de las que son meros bulos, la información de la desinformación”, y ha advertido del riesgo que supone la desinformación que “limita seriamente la libertad de expresión, la libertad de crítica, la libertad de discernir para formar nuestra propia opinión. Limita, en definitiva, la democracia”.
Nemesio Rodríguez ha señalado la importancia del trabajo del periodista a la hora de ejercer un control crítico de los poderes y ha recordado cómo los medios más influyentes de Estados Unidos hicieron dejación de sus funciones a la hora de controlar los bulos y datos falsos que iba difundiendo Trump durante su campaña electoral. “Cuando los medios se dieron cuenta de que iba aganar, hicieron examen de conciencia y comenzaron a poner en evidencia sus mentiras. Pero ya era tarde. Ayudaron al ascenso del monstruo y ahora el monstruo amenaza con devorarlos”, ha dicho.
Para Rodríguez, los periodistas tienen que seguir guardando como un tesoro el criterio propio y no dejarse arrastrar por aquello que puede ser más impactante, porque se corre el riesgo de caer en el sensacionalismo y en la banalización de la información, que pasaría a ser considerada un puro espectáculo con escaso valor. “Está bien que nos adaptemos a los cambios sociales, pero tratemos siempre de hacer periodismo”, ha concluido.
En la mesa en la que ha participado el presidente de la FAPE, moderada por la profesora de la Universidad San Jorge María Romero, ha intervenido también Bárbara Yuste, directora de comunicación de la Asociación Española de la Economía Digital y consultora de Proa Comunicación quien ha asegurado que el periodista “no es solo el que mejor puede desarrollar la estrategia de comunicación en una organización, sino el que debe hacerlo”, porque esta no “está orientada a la venta sino a la reputación e influencia” y para ello es el periodista quien puede “aportar el conocimiento de saber contar una historia. Se percibe a la legua cuando uno lleva una cuenta de Twitter”.
Desde el lado de las empresas José Manuel Lozano, director general de 20 Minutos, ha incidido en cómo los grupos de comunicación tienen que adaptarse a la competencia de los nuevos actores cuando “se trata de quién cuenta las historias mejor al público”, y también de la pérdida del mercado publicitario. Por todo ello, ha defendido que hay que buscar el equilibrio entre los contenidos más virales y los más clásicos y fijarse en las empresas de tecnología para buscar la mejor forma de conocer y ganar audiencia para cada contenido específico y así “para abordar el reto de cobrar tomar decisiones sabiendo quién te lee”.
La jornada ha sido inaugurada por Fernando García Mongay, creador del Congreso de Periodismo Digital y actual director general de Administración Electrónica y Sociedad de la Información del Gobierno de Aragón; Javier Hernández, decano de la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales de la Universidad San Jorge, y María Gómez Patiño, coordinadora del grado en Periodismo de la Universidad de Zaragoza. Los tres han destacado la necesidad de “auscultar a la profesión” ante los cambios e incertidumbres que se viven actualmente.
EL PAPEL DE LAS UNIVERSIDADES
La jornada se ha iniciado con un debate sobre “Los nuevos perfiles profesionales desde el ámbito universitario” para tratar de los planes de estudios de Periodismo con cuatro profesores de otras tantas universidades de los que el moderador de la mesa, Jorge Miguel Rodríguez, de la Universidad San Jorge, ha destacado que han ejercido la profesión “y no son académicos desde su torre de marfil”.
Santiago Tejedor, de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha destacado cinco nuevos retos que deben afrontar las facultades: un nuevo tipo de alumno con rasgos como la atención flotante o la multitarea; nuevas competencias requeridas por las empresas, como la creatividad o la capacidad de gestión, que exigen nuevos modelos de aprendizaje; la necesidad de potenciar la mirada crítica ante la desinformación, “en la era del ruido digital; la necesidad no solo de orientar a los alumnos para un “contexto de incerteza” sino también a las empresas; y frente a los avances en la automatización de las noticias apostar por “historias con alma”.
Pilar Sánchez, de la Universidad de Valladolid, ha centrado su intervención en sus investigaciones sobre los nuevos perfiles que se demandan y su presencia tanto en los estudios como en las redacciones. Así ha señalado como los nuevos roles los de periodista multitarea, community manager y periodista de datos, aunque destacando que “cambian las tareas concretas, pero las funciones son inalterables: informar, interpretar e intermediar, trabajemos en el formato que trabajemos”. Sin embargo, su conclusión es que ni la redacción ni las universidades están asentando estas figuras ni ayudando a un futuro que requiere “constante aprendizaje”.
Desde la Universidad de Zaragoza, Juan Pablo Artero se ha referido en especial a la formación que requieren los directivos de medios de comunicación, señalando que a las competencias estratégicas y operativas iguales para cualquier otra empresa, se suman otras específicas como la gestión del talento creativo o monitorizar las necesidades de la gente y ha señalado que la gestión del personal sigue siendo en general “decimonónica”, criticando la tendencia a una “actitud pesimista de entrada y de cultura de la queja”. Respecto a la formación de los periodistas ha defendido el esquema clásico de Humanidades, teoría y materias prácticas como “igual de importantes las tres” y ha destacado que el profesional del siglo XXI debe ser “total” y “trabajar con todo tipo de textos, lenguajes y temas”.
Finalmente, el profesor de la Universidad de Navarra Ramón Salaverría ha resaltado que la situación es especialmente compleja al sumarse cuatro crisis al mismo tiempo: del periodismo, de los medios, de la Universidad y de los estudios de periodismo, y que deben resolverse por separado; aunque ha subrayado que el momento no es negativo, “sino una oportunidad para resolver asuntos de singular importancia”.
CONGRESO DE HUESCA
Esta jornada forma parte de las actividades del XIX Congreso de Periodismo Digital, que se celebró en Huesca los pasados 8 y 9 de marzo y cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Huesca, el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca, Telefónica e Ibercaja.
En la clausura de la jornada, el presidente de la APA, José Luis Trasobares, ha destacado que “como único foro profesional y estable de alto nivel en España vemos que tiene que expandir su campo de visión, no solo tratar de la redacción sino también de la gestión financiera” y ha resaltado la importancia de seguir debatiendo “para ser agentes de los cambios que exige la profesión”.
