El Premio Nacional de Fotografía 2009, Gervasio Sánchez, ha inaugurado hoy en el Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS) la exposición ‘Sierra leona. Guerra y Paz’ en la que documenta con “sinceridad y dignidad” las tragedias del conflicto. La muestra, que podrá visitarse hasta el 8 de agosto, ofrece una evolución en imágenes desde la “violencia brutal” de la guerra hasta la paz.
Enmarcada en la programación de Actividades Culturales de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), la muestra se celebra con motivo del Seminario ‘De la primera plana a un rincón olvidado de la memoria. Los conflictos olvidados y los medios’ en el que el fotoperiodista especializado en conflictos armados intervino esta semana. En la inauguración participaron también la vicerrectora de Extensión Universitaria de la UIMP, Virginia Maquieira, y el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santander, Samuel Ruiz.
La UIMP informa en una nota que Sánchez explicó que la exposición responde a unos años de trabajo de “gran influencia” en su trayectoria. En 1999 llegó a Sierra Leona a cubrir una guerra “brutal” que, en su opinión, fue “muy mal cubierta” por los medios de comunicación y en la que la guerrilla utilizaba la amputación como “herramienta de guerra”. Durante varios años continúo yendo al país y documentando, a través de su objetivo, “las historias humanas que quedan entre tinieblas”.
Así, destacó el trabajo desarrollado por el misionero español Chema Caballero, quien dirigía, a su juicio, el “mejor programa” de rehabilitación de niños soldados que había visto en su vida. “Gracias a la labor de este hombre”, que trabajaba en el país junto a personas locales, Sierra Leona consiguió rehabilitar a 3.000 niños soldados e hizo que el nivel de violencia de postguerra en el país fuera “mucho menor” que en Honduras, Salvador o Guatemala, donde “se olvidaron” de ayudar a los combatientes más pequeños.
“Yo quería que la gente no se quedara sólo con la imagen de la guerra y las amputaciones, sino que viera también la evolución de la guerra a la rehabilitación y de ésta a la paz”, señaló Sánchez, quien reivindicó el papel de un periodismo “que cubra las consecuencias de la postguerra y no sólo los efectos de ésta”. En este sentido, añadió que, a su juicio, “salir de un conflicto armado es tan difícil como vivir en él, porque las consecuencias de una guerra nunca se superan”.
Además, Sánchez recordó la figura de su “buen amigo” Miguel Gil, quien murió en una emboscada en Sierra Leona, y a todos los compañeros fallecidos en la guerra que “tanta fuerza” le han dado para seguir trabajando. También tuvo palabras de agradecimiento para el veterano periodista Enrique Meneses, presente en la inauguración, y del que celebró las crónicas que escribía cuando él era sólo un bebé. “Cuando aún mamaba de mi madre, Meneses ya cubría momentos emocionantes de la historia de EEUU; como la Marcha de la Libertad o la llegada del primer estudiante de color a la universidad”, apuntó.
Por su parte, Maquieira elogió la figura de Gervasio Sánchez y destacó que tanto su trayectoria como su fotografía “trasmiten y evocan” emociones de “gran complejidad y compromiso moral”. “Cuando esos sentimientos no sólo son impersonales sino colectivos, se convierten en la mejor garantía de que estamos en disposición de lograr un mundo de cultura de paz en el que podemos eliminar la barbarie y la destrucción”, reflexionó la vicerrectora.
Para terminar, Samuel Ruiz subrayó la calidad de una exposición que “nos permite conocer el sufrimiento que para tantas personas supuso el conflicto de Sierra Leona” y aprovechó su intervención para recordar que con muestras “como ésta” Santander se convertirá “a buen seguro” en Capital Europea de la Cultura en 2016.