“Su liberación, tras reconocer su inocencia, es una buena noticia para la libertad de información y para la sociedad mejicana” afirma Elsa González, que amadrinó a Canché a través de Reporteros Sin Fronteras

Tras cerca de nueve meses de encarcelamiento, el periodista y activista maya Pedro Canché, apadrinado por la sección española de Reporteros Sin Fronteras ha sido puesto en libertad.

La noche del 28 de mayo de 2015, según informa Reporteros Sin Fronteras (RSF), un tribunal de Cancún declaró la ausencia de pruebas contra Pedro Canché y afirmó que su detención violaba los derechos del periodista. El tribunal ordenó que se le pusiera en libertad de inmediato. Pedro Canché había sido detenido el 30 de agosto de 2014 y acusado de presunto “sabotaje”. Fue encarcelado en Felipe Carrillo Puerto, en el estado de Quintana Roo (sudeste), aunque, el 24 de febrero de 2015, un juez reconoció la arbitrariedad del proceso contra él. Pese a todo siguió detenido.

En una breve entrevista concedida a RSF, Pedro Canché afirmó emocionado: “Siento que éste es un triunfo de la libertad de expresión, estoy muy contento, me siento como si volviera a nacer, me siento un poco extraño y a ratos tengo temor de que esto pudiera regresar, siento como si hubiera perdido cinco años”.

Roberto Borge, gobernador de Quintana Roo, el poder judicial y las autoridades municipales de Carrillo Puerto debían aceptar o rechazar la recomendación 13/2015 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) antes del 1 de junio. Esta institución recomendó, el 11 de mayo pasado, que se indemnizara al periodista por su encarcelamiento injusto, que se le ofrecieran disculpas y que se organizaran talleres de sensibilización sobre derechos humanos y libertad de expresión para los funcionarios locales.

Pedro Canché fue apadrinado por la presidenta de la FAPE, Elsa González quien ha señalado que se trata de “un periodista independiente, riguroso y humano. Una cualidad que debe formar parte del periodismo”. 

Para González, “Canché ha luchado contra la opacidad y el silencio. No ha permanecido indiferente ante la injusticia social, económica y política que ha percibido en su labor periodística. Eso le costado amenazas y la cárcel. Su liberación, tras reconocer su inocencia, es una buena noticia para la libertad de información y para la sociedad mejicana”.

La presidenta de la FAPE confía en que esta liberación constituya un paso para que desaparezca la violencia que sufren en la actualidad demasiados periodistas en México, y evite la autocensura que ha ocasionado el asesinato de decenas de ellos.