Según el Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita, publicado por CEDRO, los autores y editores españoles de libros, periódicos y revistas reciben una menor remuneración por la reutilización de sus obras, mientras la piratería crece empeorando este escenario
El mundo del libro, los periódicos y las revistas en España sufre una desventaja competitiva frente a sus homólogos europeos. Así lo ha hecho saber CEDRO en la presentación del Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita, una iniciativa del sector editorial representado por esta entidad de autores y editores.
Según el estudio realizado de la mano de la Universidad Carlos III y de la firma de consultoría Qbo Investigación y Estrategia, el sector editorial español recibe una menor remuneración por la reutilización de sus obras y, además, los usos no consentidos son muy altos. En concreto, la retribución obtenida por libros, publicaciones periódicas y partituras en otros países de Europa es tres veces mayor que en España.
El Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita resalta, además, la escasa participación del sector público en la remuneración al sector editorial, aportando tan solo el 7,54% de la misma, frente al 55,82% de la media europea, lo que se traduce en 24 millones de euros menos anuales.
“Somos un sector fundamental para el progreso y la salud democrática de nuestra sociedad. Sin embargo, los usuarios, tanto del sector público como del privado, no están remunerando adecuadamente a los autores y editores por la reutilización de sus contenidos, lo que está generando una desventaja competitiva grave, a la que hay que sumar los efectos de la creciente piratería de las obras escritas, especialmente con los servicios de mensajería, como WhatsApp, que se ha convertido en el principal canal de acceso ilegal a obras. Ambos hechos están comprometiendo la sostenibilidad del sector editorial”, destacó en la presentación del estudio Jorge Corrales, director general de CEDRO.
La prensa, ante el problema del uso del resumen de prensa como “acommodity”.
El director general de CEDRO ha querido destacar durante el acto la problemática del sector de la prensa e invitó a realizar una reflexión acerca de la remuneración del uso de periódicos y revistas en los resúmenes de prensa. “El problema es que el usuario final que recibe los resúmenes a diario lo consideran como un acommodity y no piensa que deba remunerar por este uso a la prensa”.
Otro de los temas que aborda el Observatorio de CEDRO es el imparable incremento de la piratería de contenidos editoriales desde 2017. Actualmente, el 27,5% de los accesos a páginas web ilícitas son de contenido editorial, y solo en 2022 ese porcentaje aumentó en un 59,14%. “La utilización indebida de las obras del sector editorial es un claro incumplimiento normativo y afecta a las sostenibilidad de la democracia y de la cultura al privar a la prensa de los ingresos que necesita para desarrollar su labor esencial”, afirmó Irene Lanzado, directora general de la Asociación de Medios de Información (AMI) y miembro de la Junta Directiva de CEDRO:
CINCO SOLUCIONES PARA MEJORAR LA SITUACIÓN QUE CEDRO HARÁ LLEGAR A LA ADMINISTRACIÓN
Ante el reto de asegurar la supervivencia de este sector, el mundo editorial propone distintas iniciativas para revertir esta situación:
- Remunerar de forma adecuada la reutilización de los contenidos y que sea la Administración Pública la que lidere este proceso, tal y como sucede en los países de nuestro entorno.
- Disponer de un organismo de la Administración con facultades y recursos para llevar a cabo la supervisión y control del cumplimiento de la normativa de Propiedad Intelectual en todos los sectores, privados y públicos, tal y como sucede en países como Francia.
- Impulsar medidas legislativas dirigidas a la lucha contra la piratería, promoviendo mecanismos que permitan actuar de forma diligente y ágil en el ámbito de las plataformas tecnológicas, incluidos los servicios de mensajería como WhatsApp.
- Adecuar la remuneración de forma paulatina a la media europea.
- Educar y formar en buenas prácticas en propiedad intelectual con los recursos existentes a todos los ámbitos de la sociedad, especialmente en la comunidad educativa.