Por Serlinda Vigara Mas

MADRID. El último informe de la UNESCO da la voz de alarma: el número de periodistas asesinados ha aumentado notablemente en el último año. El documento cifra un total de 125 homicidios, la mayoría cometidos en países en paz. Estos asesinatos están, en la mayor parte de los casos, relacionados con la publicación de informaciones “delicadas”, como el narcotráfico o la corrupción. El estudio contabiliza que un 80% de estas muertes se produjeron en ataques expresamente dirigidos a periodistas.

Filipinas es el país más peligroso para los periodistas, según la UNESCO. El 25% de los profesionales de la información asesinados en el 2009 murieron en este país asiático. Allí se produjo un ataque fuera de lo común el pasado 23 de Noviembre. Los informadores se dirigían en un convoy a presentar documentos para la oficina electoral. Unos 100 hombres armados impidieron su paso, luego les asesinaron. Medio año después aún no se sabe quiénes son los autores de esta masacre.

En lo que llevamos de año Honduras ha destronado del primer puesto de peligrosidad a Filipinas. Reporteros sin Fronteras denuncia que se han cometido cinco asesinatos de periodistas sólo en el primer trimestre de 2010. Estos crímenes están vinculados al clima de violencia que vive el país, desde el golpe de estado del pasado año. Carlos Ortiz, presidente de la Asociación de la Prensa Hondureña le ha exigido a Porfirio Lobo, jefe de estado de Honduras, que ponga los medios necesarios para frenar esta ola de asesinatos sin culpables “visibles”.

Desconocer la autoría del crimen es algo relativamente habitual. El caso de Filipinas y Honduras son sólo dos ejemplos. En muchas ocasiones a esta situación se le suma la impunidad de los agresores, como recalca la UNESCO. En el informe los especialistas avisan de que si esta tendencia persiste, los periodistas serán presa fácil, y quedarán “indefensos” ante la ausencia de cargos contra sus asesinos.