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“El 85% de los asesinatos cometidos contra periodistas queda impune”

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) realiza un intenso trabajo. Solo en 2011, 21 periodistas fueron asesinados cuando desempeñaban su trabajo; 145 permanecen encarcelados en alguna prisión del mundo, acusados del delito de informar.

La violencia endémica que ahoga a las sociedades latinoamericanas se extrapola al oficio, que se desarrolla entre las amenazas de las bandas dedicadas al narcotráfico y las trabas impuestas por un poder muchas veces corrupto. Las estadísticas dan la medida: “El 85% de los asesinatos de periodistas no se investiga en profundidad o queda impune”, según denuncia Carlos Lauría, coordinador senior del Programa de las Américas del CPJ, en esta entrevista.

ANA BALSALOBRE / MADRID

El CPJ actúa en 120 países, ¿cómo logran estar al tanto de los atentados a la libertad de prensa que se comenten en cada uno de sus rincones?


El CPJ forma parte a su vez de laRed por el Intercambio Internacional de la Libertad de Expresión (IFEX), que comprende a un gran número de organizaciones con las que compartimos nuestra información y difundimos los informes realizados por expertos que colaboran con nosotros en diferentes países. Sin embargo, nuestro vínculo fundamental resulta del contacto constante con las asociaciones nacionales de los distintos países.

¿Por qué resulta especialmente difícil informar en Latinoamérica?

Las bandas del crimen organizado y las asociaciones transnacionales dedicadas al narcotráfico representan una seria amenaza en países como México, por ejemplo. Allí hanmuerto o desaparecido más de 30 profesionales y se estiman en 40.000 los asesinatos vinculados a los cárteles, desde que Felipe Calderón asumió la presidencia del Gobierno en 2006, según datos oficiales. Este problema no es exclusivo del gremio periodístico sino que afecta al núcleo de toda la sociedad mexicana. A raíz de esto, se produce un vacío informativo, producto del temor de los periodistas. El 85% de los casos en los que ha resultado asesinado un periodista no han sido resueltos. En algunas regiones de estos países latinoamericanos, el periodismo de investigación se encuentra en vías de extinción.

¿De qué forma afecta al periodismo la connivencia entre estas bandas y las instituciones oficiales?

La corrupción sistemática en los funcionarios públicos alcanza cotas muy altas en países como Honduras, donde se está produciendo una oleada de violencia sin precedentes contra los periodistas tras el golpe de estado en el país. La autocensura de estos profesionales es la nefasta consecuencia que se vive también en el norte de Guatemala, territorio controlado por los cárteles mexicanos o en Colombia, donde se restringe el acceso a los periodistas en las zonas ocupadas por las FARC y por las bandas paramilitares de derechas.

¿ Los gobiernos dejan, entonces, de garantizar la seguridad a los periodistas por sus vínculos corruptos?

Los gobiernos de México y Colombia han ratificado diferentes convenciones sobre derechos humanos y, sin embargo, la impunidad de los asesinos se mantiene vigente. El apoyo público resulta insuficiente si no viene respaldado por la intención firme de perseguir y juzgar a los asesinos. El CPJ publicó el pasado 6 de junio elÍndice de Impunidad[cálculo del número de crímenes contra periodistas en relación a la población de cada país]. Irak es el país que ocupa el primer puesto de este listado. El primer país latinoamericano que figura en él, Colombia, aparece en quinto lugar.

“Una de las nefastas consecuencias de esta escalada de violencia

en la regiónes la autocensuraque muchos profesionales se ven

obligadosa practicaren diferentes países”

¿Cuáles son algunos de los casos más comunes de represión gubernamental contra los periodistas?

En Venezuela, más de una década de enfrentamiento entre la prensa privada y el presidenteHugo Chávezha propiciado una campaña gubernamental para restringir el acceso a la información y ejercer el control sobre los espacios informativos. Uno de los casos más conocidos fue el de la cadenaRadio Caracas Televisión (RCTV)que, tras 53 años en antena, dejó de emitir en abierto en mayo de 2007 por dictamen gubernamental.

¿Qué otros países llevan a cabo estas prácticas represivas?

En Nicaragua, el presidenteDaniel Ortegaha calificado a la prensa como “su principal enemigo” y ha iniciado campañas contra los periodistas críticos con su gestión política en losmedios de comunicación vinculados al partido sandinista, cuya dirección ostentan familiares del líder del Ejecutivo. Por su parte, el presidente de Ecuador,Rafael Correa, ha iniciado una serie de demandas judiciales contra los medios. A raíz de una columna crítica con su gestión publicada en el periódicoEl Universo,pidió tres años de cárcel para el editor de este medio y para tres de sus directivos, así como una indemnización de80 millones de dólares por daños morales.

Correa también se enfrentó a los periodistasJuan Carlos CalderónyChristian Zurita, tras la publicación del libroGran Hermano, producto de una investigación periodística realizada para el periódicoEl Expresoen la que se revelaban los contratos estatales conseguidos por las empresas del hermano del presidente,Fabricio Correa. En respuesta, el mandatario ecuatoriano presentó una demanda contra el medio y los autores del libro que ascendía a 10 millones de dólares. Por otra parte, el debate sobre la nueva Ley de Comunicación permanece vigente en el país desde su propuesta ante el Parlamento en 2009. La norma impondría un consejo regulador encargado de controlar los contenidos en los medios de comunicación que ya fue sometido a referéndum el 7 de mayo pasado, con un ajustado triunfo del sí.

Cuba fue, hasta el pasado año, uno de los países con el mayor índice de periodistas encarcelados. La Primavera Negra de Cuba, en 2003, se saldó con el arresto de 75 cubanos, considerados “prisioneros de conciencia” por Amnistía Internacional, entre los que había 27 periodistas. De ellos, 20 permanecieron en prisión hasta el año pasado, cuando el gobierno los liberó y a continuación, expulsó del país. En el ámbito legal sigue vigente la conocida como “Ley 88” y el artículo 91 del código penal cubano por el que fueron encarcelados los periodistas, considerados “espías al servicio del imperialismo” por el gobierno.

Periodistas en el exilio

Con motivo delDía Mundial del Refugiado, celebrado el pasado 20 de junio, el CPJ publicó el informePeriodistas en el exilioen el que se detalla la situación de los profesionales forzados a abandonar sus países de origen tan solo por haber ejercido su trabajo. En total, 67 periodistas huyeron de sus hogares en los últimos 12 meses. Irán encabeza la lista de países, seguido de Cuba y Eritrea, donde se registraron las tasas más altas de profesionales forzados a marcharse. Lauría manifestó su admiración por “aquellos informadores que, pese a las amenazas y las presiones, se arriesgan a elaborar una información de calidad; demuestran una valentía que es difícil expresar con palabras”.

ADN

Carlos Lauría(Buenos Aires, Argentina) se graduó en Periodismo en la Universidad Católica de Argentina. Comenzó su carrera como colaborador en el periódico regionalLaUnión. En 1991, comenzó a trabajar en la edición argentina de la revistaPlayboyy más tarde, llegó a ser jefe de redacción. Tres años más tarde se estableció en Nueva York como corresponsal para Estados Unidos delGrupoPerfil, para quien elaboró artículos incluidos, sobre todo, en la revistaNoticias, una de las más leídas en América Latina. Trabaja en el CPJ desde 1996.



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