AI Bit Invest AI Bit Invest Casibom

Beso, sí; utilización mediática, no

Que conste que futbolísticamente Iker Casillas es uno de mis jugadores preferidos. Y que Sara Carbonero me resulta agradable y que por lo tanto, sin conocerla más allá de sus apariciones televisivas, me cae bien. Que conste también que me gustan las personas que hacen gala de naturalidad y la espontaneidad, incluso en sus manifestaciones más íntimas. Aplaudo, por lo tanto, a aquellos que manifiestan sus sentimientos en público, siempre que lo hagan con el respeto y la educación debidos.

De ahí, que vea con buenos ojos el beso más mediático de la historia, el que le espetó el portero de la selección española a su joven novia periodista. Una expresión de amor y de cariño que resume la rabia acumulada del mejor portero del Mundial después de la injusta campaña que cierto sector de la prensa protagonizó contra él y su pareja, culpándoles de la derrota de La Roja ante Suiza, en el primer partido del recién finalizado torneo celebrado en Sudáfrica.

Pero por lo que no paso son por campañas de utilización de la imagen de dos jóvenes afamados como reclamo mediático para promocionar la audiencia y, en definitiva, el negocio de una cadena televisiva (cuyo nombre no quiero ni escribir) que no parece tener escrúpulo alguno a la hora de perseguir sus fines, muchos de ellos espurios, fomentando como norma de actuación en la mayoría de sus programas el rumor malintencionado, el ruido, el escándalo chabacano, la maledicencia obscena, el asedio contumaz al derecho a la intimidad y a la libre opinión, así como la intromisión en la vida privada y familiar de aquellas personas que no les bailan el agua o en las que ven la posibilidad de conseguir más audiencia.

Coincido en el fondo de las críticas vertidas al respecto por el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, quien, acertadamente, aconsejó a Sara Carbonero que no debería implicar sus emociones personales en las historias que construye.

En fin, un sabio consejo deontológico de un periodista veterano y respetado. Un recordatorio que no debería caer en saco roto entre los jóvenes profesionales del periodismo, incluida la subdirectora de Deportes del canal televisivo con sede en Fuencarral (Madrid).

Un canal que no dudó en poner en liza toda su artillería para iniciar una campaña mediática, liderada por aquellos que desdeñan el buen periodismo y que estiman como lícito cualquier medio para conseguir el fin propuesto, contra quien osó cuestionar la forma en que la cadena rentabiliza mediáticamente a la reportera y al capitán de la Selección.

Una campaña que en la tarde de ayer, lunes, adquirió tintes esperpénticos con la emisión de uno de sus múltiples programa-basura, el cual se planteó como un espectáculo más propio de charlatanes de feria y de marujonas desocupadas (y excelentemente pagadas), que de profesionales de un medio televisivo que día a día, hora a hora y minuto a minuto pierde el escaso crédito profesional que le queda, aunque gane en audiencia.

Compártelo en: