La Asociación de la Prensa de Valladolid actualiza los datos de su “Observatorio sobre los efectos de la crisis en el periodismo de Valladolid”, proyecto que arrancó hace un año presentando los datos de la evolución del mercado laboral periodístico de la provincia en el periodo 2007 – 2012. Este Observatorio es la aportación local de la Asociación de la Prensa de Valladolid al análisis nacional que realiza cada año la Asociación de la Prensa de Madrid.

La presentación de esta radiografía de la profesión se ha realizado en el marco del Foro de la Prensa, en el Museo Patio Herreriano de Valladolid. El presidente de la APV, Jorge Francés, ha hecho públicos los datos provinciales y el presidente de la Comisión de Publicaciones de la APM, David Corral, ha realizado un análisis nacional.

Según el Informe Anual de la Profesión Periodística 2013 de la APM, en España se perdieron 10.824 puestos de trabajo desde que comenzó la crisis. De ellos, 175 en la provincia de Valladolid. La actualización del informe del Observatorio de la Asociación de la Prensa de Valladolid registra cómo en la provincia se ha frenado la destrucción de empleo durante 2013.

Los datos indican que el ajuste de empleo en los medios de comunicación, gabinetes de prensa y empresas de comunicación en Valladolid parece haber terminado. Sin embargo, preocupa mucho otro fenómeno paralelo que se está produciendo desde el inicio de la crisis y que se ha acentuado durante el último año: la precariedad laboral. En un sector tradicionalmente azotado por condiciones precarias para muchos de sus trabajadores, la precariedad se está extendiendo y acentuando.

Esta precarización se traduce en más contratación a tiempo parcial y temporal, bajada de salarios, pérdida de complementos, aumento de la jornada laboral o mayor carga de trabajo. Los nuevos contratos que se realizan se firman con peores condiciones que las de antes de la crisis, y también se revisan a la baja para los profesionales con contratos indefinidos.

La Asociación de la Prensa de Valladolid quiere mostrar su preocupación por este aumento de la precariedad que se traduce en una pérdida de independencia y mayor vulnerabilidad de los profesionales del periodismo.

EL 78% DE LOS PERIODISTAS DE VALLADOLID CONSIDERA PEOR QUE EL AÑO ANTERIOR LA SITUACIÓN DE LA PROFESIÓN

Los periodistas vallisoletanos coinciden mayoritariamente en calificar como mala o muy mala la situación que atraviesa la profesión a consecuencia de la crisis, se muestran pesimistas con respecto al futuro, y un 78% cree que, a día de hoy, la fotografía del sector es peor que la del año anterior.

Los datos que dibuja la encuesta del Observatorio de los efectos de la crisis de la Asociación de la Prensa de Valladolid muestran un desánimo generalizado entre los profesionales de la información y una idea meridianamente clara de las consecuencias que este período de decadencia económica ha traído al periodismo, entre las que citan el empeoramiento en la calidad de la información, la pérdida de independencia profesional y pluralidad informativa y una mayor precariedad laboral.

Tres de cada cuatro de quienes conservan su empleo están entre “algo” y “muy preocupados” por el mantenimiento de su puesto de trabajo en 2014, y en torno a la mitad teme que en la empresa en la que trabaja se produzcan nuevos reajustes de personal en los próximos meses.

La preocupación es mayor entre quienes trabajan en los medios de comunicación que entre los que lo hacen en gabinetes de prensa institucionales o empresariales, que se muestran en general más optimistas con respecto al futuro, sin embargo, los efectos de la época de crisis en sus condiciones laborales los sufren por igual, citando reducciones o congelación salarial, pérdida de complementos, incremento de horas de trabajo, e incluso, en algún caso, cambios en el tipo de contrato.

LAS CONSECUENCIAS EN LA PROFESIÓN

Con respecto a las consecuencias de la crisis para la profesión, es casi unánime la opinión de que ha crecido la precariedad laboral entre los periodistas, se ha perdido pluralidad informativa, se ha producido un redimensionamiento excesivo de las plantillas que afecta negativamente a la calidad de la información que se ofrece, se ha perdido independencia como profesionales y existe una menor preocupación por la ética y la deontología a la hora de elaborar la información.

Es digno de reseñar que ni uno solo de los encuestados cree que la crisis haya mejorado la independencia de los periodistas ni haya disminuido la precariedad de sus condiciones laborales. Buena parte de quienes respondieron el cuestionario entienden, además, que el panorama y el futuro periodísticos se han modificado necesariamente ante las estrecheces económicas de las empresas, las decisiones que han adoptado y sus consecuencias para los trabajadores, tanto los que siguen trabajando como los que fueron despedidos.

Así, casi tres cuartas partes de los encuestados consideran que está tomando peso la opción del periodista emprendedor como nueva opción laboral, que están apareciendo nuevos perfiles profesionales, nuevos medios con fórmulas alternativas de financiación, y que los periodistas se están reciclando en conocimientos aprovechando las nuevas tecnologías. En este sentido, un 30% de los encuestados augura un “cambio definitivo del mercado laboral periodístico”, y casi la mitad está convencido de que las dificultades que la profesión está atravesando están procurando una mayor unión de los periodistas como colectivo.

En la encuesta también hay lugar para la esperanza, puesto que casi una cuarta parte de los encuestados afirma sentirse optimista con respecto al futuro de la profesión.