La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha declarado que 2012 ha sido uno de los años más sangrientos para los periodistas y otros trabajadores de los medios. Al menos, 121 de ellos perdieron la vida en asesinatos en los que fueron el objetivo buscado o bien en incidentes de fuego cruzado.
La FIP advierte de que esas cifras terribles prueban la incapacidad de los gobiernos y de las Naciones Unidas para cumplir sus obligaciones internacionales de proteger el elemental derecho a la vida de los periodistas.